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Foto del escritorEndo Catalunya

Reflexiones y recuerdos. ¡Seguimos adelante!


endometriosis

Desde estas lineas quisiera poder transmitir un cúmulo de sensaciones y vivencias que son bastante complejas por la cantidad y el tipo de huella que han dejado y dejan.

Mi esposa Joss y yo, estamos conviviendo con la Endometriosis desde hace aproximadamente 9 años. Este tiempo a sufrido varias etapas que nos han llevado a muchos caminos en ocasiones sin salida.

Recuerdo que todo empezó un día en el que unos fuertes cólicos y un leve manchado de sangre nos acabó llevando de urgencias (la palabra Endometriosis, NO existía en nuestro vocabulario y ni en nuestra vida).

Recuerdo esperar horas y horas, las diversas pruebas acabaron con un test de embarazo, que nos dijeron que era negativo. Finalmente los dolores, por todo tipo de calmantes aplicados, fueron remitiendo y volvimos a casa con un diagnóstico de posible infección por transmisión sexual. Me hice pruebas que desde luego no aclararon nada.

La vuelta a casa duró escasos días por la nueva aparición de los cólicos y el sangrado. Esta vez tomamos la decisión de acudir a un hospital privado. En esos años residíamos en México (ella es de allá) y por “suerte” un buen hospital estaba cerca de nuestro domicilio.

No teníamos seguro médico particular que la cubriera, pero no importó, queríamos la mejor atención y sobre todo un diagnóstico claro y una solución.

Finalmente estuvo ingresada varios días, las pruebas se volvieron a repetir, se añadieron otras nuevas, volvió a surgir la posibilidad de infección sexual… en fin elevado coste en factura de hospital. Claridad en el problema. Ninguna.

Decidimos visitar a otro especialista ginecólogo, bastante recomendado, con una buena cartera de pacientes, mayoritariamente en estado de gestación.

Se me hizo un muy buen profesional. Después de varias visitas, exploraciones…. Diagnóstico: “Señorita, usted tiene una inflamación por acumulación de gases…” Vaya…, pensé todo esto, no es finalmente más que gases. Preguntamos por el sangrado, que al ser leve, la respuesta fue que no había que preocuparse. Bueno. La palabra Endometriosis…sigue sin aparecer.

Pasaron unas semanas de relativa tranquilidad, hasta que las molestias de repente estallaron en su máxima expresión, vuelta a urgencias donde permaneció ingresada durante dos días, con el apoyo de su familia, pude volver al trabajo, y estando allí recibí la llamada de mi suegra diciendo que habían concluido que se debía operar de urgencia puesto que habían descubierto quistes en los ovarios.

Cuando llegué al hospital estaba en el quirófano. Cuando todo acabó, la cirujana dijo que todo había ido bien, el coste fue, la extirpación de un ovario enquistado y nos informó que también descubrió un embarazo ectópico. No puedo describir con palabras la desolación que sentí y la impotencia que me machacó.

Ella sufrió mucho el postoperatorio a nivel físico y emocional. Fue muy desgastante y todavía lleno de interrogantes. Todavía seguía la Endo, sin aparecer en nuestras vidas, y la factura de vida estaba siendo muy alta.

Finalmente en nuestro horizonte aparecía la vuelta a Barcelona, en menos de 1 año y todavía seguíamos en busca de respuestas y soluciones.

Nos recomendaron un profesional muy reputado, que por su curriculum se presentaba como especialista en enfermedades ginecológicas. La primera visita se tradujo en la definición de todo. Después de una exploración a fondo…”Señorita, usted presenta un cuadro Endométrico”

“Que…? Endo… que? Que es eso????”

En fin, ahorro los comentarios de todo lo que se sucedió, pero sí quiero expresar la desolación que sentimos al haber tardado tanto en llegar a que se determinará el problema y como comento anteriormente, el coste emocional que sufrimos y ella además el físico.

Este profesional, nos llevo por el camino correcto, diversas visitas controlaron la situación que incluyó diversas recomendaciones de visitas a profesional aquí en Barcelona.

Ya en la Ciudad Condal, y con seguro médico privado, visitamos a varios médicos que por el camino se fueron descartando por diversos motivos: a veces parecían enfocarlo todo a la operación como solución, a veces querían que hiciéramos un costoso tratamiento de ovulación para un posible futuro embarazo, a veces no parecían conocer el problema en exceso…

A día de hoy podemos decir que está bastante controlado, ciertamente hemos tenido algunos sustos a nivel de cólicos que nos retraían a los primeros tiempos, que la han dejado postrada en la cama y teniendo que llamar a la ambulancia para ir de urgencias.

Tenemos secuelas emocionales, nuestra vida sexual a sentido un fuerte impacto, la enfermedad a modificado nuestras vidas, está ahí y la sientes como esa vieja conocida pero al mismo tiempo tan desconocida e imprevisible.

Cuando hecho la vista atrás debo decir que sí, siento que el avance en cuanto a información y conocimiento a sido abismal respecto a por ejemplo, lo que se tenía 5 años atrás.

Finalmente, quiero decir que no puedo estar más orgulloso de mi pareja, por su valentía y por su determinación, por aguantar en ocasiones mis errores y no saber manejar la situación. Ella es una valiente, una luchadora que a hecho que los dos trabajemos en esto. Quiero que este bien, que se cure, que todo acabe. Seguimos y seguiremos.

No soy quién para dar consejos, este es un comentario final:

Mujeres, no tengáis miedo, enfrentarlo y luchar, buscar calidad de vida en los pequeños detalles que a veces hacen la diferencia, alimentaros bien, hacer ejercicio, buscar la paz interna. A los hombres , las parejas que estamos a su lado sólo tres cosas: Cariño, apoyo y escucharlas para entender de sus emociones.

Saludos y mucha fuerza, venceremos esto.

JuanMa

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